No es un riesgo,
es una osadía.
No tengo talento,
pero hablaré del día a día.
Oigo temas y pierde Argentina.
No olvidemos que cualquiera
puede corrernos la cortina.
Es un mundo competitivo
demasiado agresivo.
Sería hasta mejor
uno más lascivo.
Desde un lugar pasivo me activo.
Con estas justas rimas por un momento olvido
que de acá no salgo vivo.
Que los persuasivos se confunden
con los que llaman vivos.
Que no ven la seriedad
de tratar al disruptivo.
Abusé del “ivo” como acá abusan del IVA.
Bienvenidos al país que se alimenta de alegría.
Venga hablemos de la cena que dan falsos mecenas,
manteniendo una escena que parece una condena.
El amarillo es el oro que por un mar se llevaron
valiendo mierda tanta sangre que
a la par se ha derramado.
No tengo idea si esto se hace así.
Son versos con esfuerzo que mi mente plasma aquí.
Da risa pensar lo que me puedan decir.
Por eso sigo en lo mío y muchas gracias por oír.
Reservo mis versos
para momentos como estos
donde el RAP es la música
que sí oyen los genios.
Ha de ser por eso
que me importa un culo
darme a conocer
por mi lado más oscuro
y cada vez me digo:
“de esto no sabés”.
Pero un diamante fino
es bruto
alguna una vez.
Me salen versos con esfuerzo.
Si los vuelvo a maldecir
y a repetir,
tal vez vuelvan a salir.
Si algo ha de surgir,
que sea lo que sea,
pero que sirva pa seguir.
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