El día es perfecto.
Lleno mi silencio con lo que quiero.
Puede ser el sonido de la lluvia
que tanto me recuerda a Nueva York.
No sé el por qué
solo lo sé.
Puede ser con música
de la más amplia variedad.
Muchas veces es con voces
de inseguridad
Mensajes en mi mente que me limitan
y hacen sentir todo esto
como palabras sueltas
sin asidero serio
sin posibilidades reales.
Otras veces es con voces alentadoras
cuyos ánimos me permiten escribir
para así poder discurrir
entre aquello que ya no fui
y con todo lo que puede hacer parte
de la posibilidad de existir.
Yo con mis silencios
mis silencios conmigo.
Extraña combinación esa
de llenar con sonidos
aquello que debe permanecer
enmudecido.
El silencio es creador
y precisa cierto ardor.
Por eso el sonido
y su candor
hacen de mi silencio
por siempre
un clamor.
¡Un grito por la vida!
Para lo que será
con lo que soy
y narrador de cómo voy.
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