lunes, 16 de julio de 2018

Es importante no ceder

Desde ya me debo repetir esto y quizá, compartirles el mensaje a ustedes. Emprender un proyecto, darle continuidad a un impulso, ser constante. Todos tal vez lo sabemos, pero poco nos sentamos a darle sentido a eso. Bryson Tiller, en una de sus canciones (502 Come Up) dice: I guess all I ever had to do is take this shit a little more serious... y sí que es cierto que tiene razón, pues su álbum debut (al menos el que lo puso en la escena) es muestra de la seriedad que entendió con la que debía sacar adelante su deseo de ser un artista reconocido y disfrutar de las comodidades que da el poder ganarse la vida con lo que a uno le gusta hacer.

No todos tenemos los mismos talentos o no hemos pulido a lo largo de nuestras vidas las mismas habilidades. Pero algo sabemos, algo nos interesa, creemos que hay algo que podemos mejorar y que ese puede ser el camino para ganarse la vida. 

Tal vez es ahora que debo dar claridad sobre un asunto: el dinero sí es importante, mas no lo es todo. Nadie puede negar que el dinero facilita la vida, que quita del medio preocupaciones respecto a necesidades básicas. El dinero, todos los sabemos, es el objeto por excelencia. ¿Para qué quieren que les hable sobre la forma en que nos vendemos por dinero? Desde "la más puta", pasando por el más bohemio de los mortales y llegando hasta el más laureado de los doctores, todos tienen o han tenido un precio. Usted, que todos los días se la rebusca, que va a entrevistas de trabajo y todo eso, dígame: ¿no ha dicho en alguna ocasión “yo por eso no trabajo”? Eso es ponerle precio a su trabajo (justo o no), por ende, también es ponerse un precio a uno mismo, pues es USTED quien trabaja. Es USTED, con sus diarias tribulaciones, con sus emociones, con su pasado y aspiraciones de futuro, el que accede o no a recibir una suma de dinero para cumplir un horario o responder a la realización de unas metas muy posiblemente al lado de otros que ya vendieron su tiempo y esfuerzo por un valor semejante al suyo, ¡nadie más! El dinero sí importa, no lo es todo, pero significa mucho y nos han inculcado eso muy bien. 

¿Muy desocupado yo? Analice ese adjetivo y el matiz con que se dice: desocupado. Por más que todo el proceso implicado para que usted pueda leer estas palabras sea una ocupación, como no estoy generando dinero alguno, ya mis acciones están socialmente enmarcadas en la desocupación. Es difícil zafarse de la lógica productiva de nuestra sociedad, ¡y hasta por eso se paga!

Perdonaran el tono desesperante y hasta reiterativo de lo que hasta ahora he expuesto. Es parte de eso de tomarme este asunto de escribir y quererme comunicar un poco más seriamente. Lacan invitaba a los interesados en el psicoanálisis que atendían a sus seminarios a que fueran serios e hicieran serie. Yo estoy intentando ser serio, no sé si lograré hacer serie, pero es claro que no quiero ser Lacan. Pero si lo pienso bien, tal vez soy parte de una serie que ya otros han iniciado. 

Hoy es por mí, mañana podremos ver por quienes más. El asunto es no desfallecer. Puede parecer un ejercicio vano y pendejo, pero debo mantenerme en esta rutina. Mientras esto sucede, debo seguir buscando el dinero para que él trabaje para mí, pues ya me harté de la otra dinámica --aunque aún debo vivir en ella y trabajar por él-- para que así pueda cambiar el sentido de mi relación con el más preciado objeto entre los objetos. 

Do you feel me? 
Breed and Pac said it clearly: 
I gotta get mine, you gotta get yours. 

Si esto llega a ser algo lucrativo, perfecto. Si no, igual quiero seguir, pues siento que a la par de esto voy cosechando otros logros que me permiten el acceso al dinero. Todo esto será el relato paralelo de aquello que hago y logro en otros escenarios.

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