¿Acaso nadie se puede cansar? Yo me canso de muchas cosas. Tal vez es algo que tiene que ver con mi inercia hacia la inconstancia o puede que sencillamente sea cansancio. ¿De qué me canso? De muchas cosas: leer, escribir, trabajar... No entremos en lo profundo, porque eso cansa también.
Siempre intento que esto no sea una suerte de diario, pero me canso de ver que sigue pareciendo eso. ¿Cómo hago para salir de eso? Debo arriesgar nuevos estilos en mi escritura. Pero eso me cansa: la sola idea de que me debo instruir un poco mejor para darle un correcto desarrollo a mi deseo de escribir. A veces no quisiera pensar como pienso; me cansa el querer entender las cosas. Me cansa querer ser correcto.
Siempre he entendido que uno se debe al menos ilustrar un poco, antes de aventurarse en cualquier empresa. Vuelvo y digo hasta el cansancio: ya esa forma de pensar me cansa. ¿Muy cansón con todo esto? Probablemente. Hasta me ando cansando de mi interlocutor imaginario; incluso me canso por él o ella.
La comodidad del pensamiento crítico llega a ser cansona porque la praxis se ve afectada. Me cansa el saber que en mi vocación hay una máxima que al día de hoy defiendo: no puedo estar en Paz si quiero construir Paz. ¡Es una sarta de mierda! Muchas personas no son para nada dignas de un buen trato, pues no tienen la deferencia con uno. ¿Por qué debo yo dar el ejemplo? Yo sé que después voy a contrariar esto que digo, pero me cansaría mucho el no poder, al menos, expresarlo. Algo he aprendido en eso de guardarme lo que pienso, pero la forma de expresarlo llega a ser algo que me genera cansancio.
Ya me está cansando que éste computador no reconozca la palabra cansón. Ya estoy cansado de conjugarla de muchas formas.
En las ciencias sociales, los que trabajamos para y con ellas, somos cansones. Ya ahí dije mucho. Aunque siendo honesto, pueden llegar a parecerme doblemente cansones los de las ciencias duras. La productividad cansa. Lo exacto cansa. Ser útil al sistema cansa. El orden de las cosas cansa.
Para el cansancio, un buen descanso. Para descansar de los que mantienen este país hecho una mierda, debemos levantarnos todos –sin armas– y hasta el cansancio decirles: “¡Ni mierda! ¡Ni puta mierda! ¡O esto se nivela o se nivela!”
Ya quisiera yo que quienes estamos cansados, nos uniéramos. ¿Será que nos cansa la idea de unirnos o estamos ya tan cansados que ni para unirnos nos alcanza? Pasa y acontece que cada vez veo que unos y otros nos cansamos de la alteridad, de esa otredad que transita en el espacio y en el tiempo. ¿Cuándo nos cansaremos de no reconocer y respetar a las demás personas?
Si la familia es supuestamente la base de todo lo social, la cosa va mal porque muchos nos cansamos hasta de la familia a ratos, otros se cansan de ella por un muy buen rato. Otros fingen no cansarse de sus familias. Otros se cansaron de no tener familia.
Pero como vamos, vamos bien. Repitamos eso hasta el cansancio y tal vez todo cambie. Nunca había escrito algo tan iluso. Me cansé.